TERAPIA BIODINÁMICA CRÁNEO-SACRAL
La Biodinámica Craneosacral es un enfoque para la práctica de la Terapia Craneosacral orientado hacia los más profundos fundamentos de sanación del sistema humano.
Mediante el aprendizaje de esta Terapia, los terapeutas adoptan habilidades para percibir una fuerza organizadora, similar a una marea y llamada Respiración Primaria. Esta Fuerza se expresa en el cuerpo como una serie de ritmos estables y palpables.
El trabajo clínico en Biodinámica tiene como intención restaurar la relación entre los estados inerciales de la mente y el cuerpo y la capacidad autoequilibradora del propio organismo.
Este trabajo se fundamenta en 4 pilares:
1. Presencia terapéutica.
2. Establecer un campo relacional claro y negociado con el paciente.
3. La capacidad de percibir los fenómenos relacionados con la Respiración Primaria y su interacción con las fuerzas condicionantes no resueltas.
4. La capacidad para facilitar estados de equilibrio y quietud que ayuden a procesar y/o resolver los estados relacionados con la presencia de las fuerzas condicionantes o inerciales.
“No es ninguna coincidencia que las personas que están más cerca de su identidad natural tienden a superar más fácilmente el trauma. Sin un acceso fácil a los recursos de esta identidad primitiva e instintiva, los seres humanos apartan su cuerpo de su alma”. Peter A. Levine.
En la terapia craneosacral biodinámica utilizamos el tacto como forma de comunicación y escucha. El enfoque está siempre en explorar las sensaciones y la naturaleza de estar en un cuerpo. El paradigma craneal enseña que hay ciertos fenómenos que ocurren en el cuerpo y en el espacio que nos rodea. Estos incluyen una sensación de quietud, expansión y contracción a través de todos los tejidos y estructuras, una oleada y marea como movimiento de fluidos y cambios en una carga eléctrica que llamamos potencia. Un terapeuta capacitado puede interactuar con estos fenómenos para apoyar un movimiento hacia la salud.
En el corazón del toque craneosacral hay un estado de estar presente. La práctica te hará más hábil para poder manifestar esto. Lo que también notarás es una creciente sensación de amplitud. A la vez grosero y sutil. Te sentirás más grande y lleno como si no sólo ocuparas tu cuerpo, sino también el espacio que lo rodea. También notarás una amplitud mental y emocional que te permite un contacto más profundo y rico con tus pensamientos y sentimientos. La amplitud permite un desacoplamiento, de modo que se produce un estado natural de no apego.
Se puede engendrar este estado a través de la práctica de abrirse a esta amplitud. Cuanto más amplio sea el espacio, más profunda y enérgica será la manifestación de la salud. A medida que se ensancha, hay una expresión de fuerzas energéticas dentro del cuerpo que pueden sentirse como un hormigueo o movimientos fluidos en todo el cuerpo. Este es el movimiento de la potencia y el fenómeno de la respiración primaria.
Dos grandes ideas van al corazón del trabajo craneal.
Uno: todo el cuerpo se expande y contrae de forma rítmica o mareomotriz.
Dos: hay una inteligencia que se expresa a través de todo el cuerpo.
Cuando apoyamos la salud para que pueda desplegarse, los patrones traumáticos, el dolor y el sufrimiento pueden sintetizarse conformando un nuevo orden a medida que el cuerpo encarna un estado profundo y fluido, facilitado a través de un marco de seguridad y escucha. Este es un medio para regular el sistema nervioso, relajar los músculos y proporcionar a los órganos una nueva química. En los cambios y ajustes, hay una mayor libertad en todos los niveles del cuerpo, la mente y el espíritu.
«El trabajo Biodinámico implica cultivarnos a nosotros mismos, siendo un espejo tan limpio a través del cual, el paciente pueda verse reflejado, reconociendo su experiencia y como al relacionarnos desde otro lugar con ella, puede transformarse en otro aspecto más creativo».